El domingo 30 de noviembre por la 13º fecha del Torneo Apertura de la primera división del fútbol argentino en la cancha de Boca, que enfrentó al local con Rafaela, ocurrió un hecho particular. En la tribuna que le da la espalda a Casa Amarilla se encontró como siempre “La 12” comandada por Mauro Martín. En cambio, enfrente en el arco que da al Riachuelo estaba Rafael Di Zeo, ex líder de la barra brava de Boca, que no pisaba la cancha desde hacía cuatro años y medio con 2.000 hinchas para hacerle la competencia a Martín. El espectáculo se llevó a cabo sin ningún tipo de conflicto. Claro, dejando de lado que la gran mayoría de todos esos hinchas que entraron con Di Zeo no pagaron entrada trabando los molinetes para pasar. Aunque también hay que tener en cuenta dos puntos fundamentales. El primero es que la policía estuvo ahí en el momento en que los molinetes eran trabados y no hizo nada. El segundo punto en cuenta es una pregunta ¿creé usted que “La 12” paga las entradas para ir a la cancha?
Sin embargo, el punto central de todo esto es que los barras bravas siempre estuvieron vinculados con el fútbol y no solo la barra de Boca.
Hagamos memoria: el 7 de agosto de 2007, Martín Gonzalo Acro de 30 años hincha e integrante de la barra brava de River “Los borrachos del tablón”, fue asesinado por cinco miembros de la misma barra. El asesinato de Acro fue en torno a la disputa del liderazgo de la barra entre Alan Schlenkler y Adrián Rousseau.
La tarde del sábado 15 de marzo de 2008, Emanuel Álvarez de tan solo 21 años, hincha de Vélez; fue asesinado en las cercanías de la cancha de San Lorenzo.
En la mañana del 3 de marzo de 1999, Boca se enfrentó a Chacarita por un partido amistoso en La Bombonera. En el medio del partido “alguien del club” dejó entrar a varios barras de Boca, incluidos Rafael Di Zeo. Los integrantes de “La 12” agredieron a los pocos barras de Chacarita, que no se sabe por qué se encontraban mirando un partido amistoso a puertas cerradas. Los ataques fueron filmadas pero los barras a los seis meses regresaron sin problemas a la cancha. Estos son algunos de los tantos hechos delictivos en los que se pueden observar a los barras de los diferentes clubes del fútbol argentino.
Además, no seamos necios: los barras no solo se desenvuelven en el mundo del fútbol como quieren, sino que también son utilizados por los diferentes dirigentes políticos y la gran mayoría trabaja para el Estado. Todas estos hechos los sabe la policía, los jueces y el Gobierno. Lo saben los dirigentes los jugadores y los técnicos. La pregunta es entonces ¿si todos lo saben por qué no se hace nada para detenerlos?
Sin dudas todo esto se sabe pero el problema es que están todos conectados, dirigentes, jugadores, políticos, policías y jueces, entre otros. La conclusión entonces es: “Pasan los años, pasan los jugadores, la 12 está presente y no para de alentar”.

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